La psoriasis:
cuidados naturales para una mejor calidad de vida
Escrito por Paul Musset, Farmacéutico | publicado el | actualizado el 20/06/2022

La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que, en la mayoría de los casos, es benigna. Sin embargo, a veces es difícil convivir con ella cuando uno se expone a la mirada de otras personas. No obstante, los tratamientos naturales pueden proporcionar ayuda real y aliviar los síntomas.
¿Qué es la psoriasis?
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica no contagiosa que afecta a entre un 2 y un 4 % de la población occidental. Su origen no se conoce con exactitud, pero ciertamente tiene un componente genético, ya que el 40% de las personas con dicha enfermedad presentan antecedentes familiares. Una persona con un pariente afectado por esta enfermedad tiene un riesgo comprendido entre el 5 y el 10% de padecerla. A menudo suele declararse alrededor de los 20 ó 30 años de edad, pero también puede aparecer en niños.
La psoriasis afecta a la piel y se manifiesta por una renovación demasiado rápida de las células de la epidermis (de 3 a 6 días en lugar de un mes), en ciertas zonas: cuero cabelludo, palmas de las manos, plantas de los pies, pliegues cutáneos y en casos excepcionales, en los niños, en la zona del rostro. Las células muertas se acumulan y forman, en la mayoría de los casos, placas gruesas y blanquecinas, que se desprenden en escamas dejando un rastro rojizo. La enfermedad progresa en brotes de unas pocas semanas o meses, seguidos de remisiones que pueden durar hasta varios años.
Los diferentes tipos de psoriasis
- La psoriasis en placas: es la forma más corriente y representa un 80 % de los casos. Las placas pueden alcanzar más de diez centímetros de diámetro.
- Psoriasis en gotas: en este caso, las placas son pequeñas, menos de un centímetro de diámetro, y se expanden sobre el torso, los brazos y los muslos. Esta forma afecta principalmente a los niños y generalmente se desencadena en las semanas siguientes a una afección de ORL. Esta se desarrolla durante un mes y se mantiene durante unas semanas antes de desaparecer. En algunos casos, se vuelve crónica adoptando la forma de placas.
- Psoriasis pustulosa: afecta esencialmente a las manos y a la planta de los pies. Las placas están cubiertas de pequeñas pústulas blancas.
- Psoriasis eritrodérmica: esta forma es grave y necesita cuidados hospitalarios de urgencia. En este caso, toda la superficie del cuerpo se ve afectada, y el paciente a menudo tiene fiebre. La piel ya no puede cumplir su función de protección del cuerpo (barrera contra las infecciones, regulación térmica...), existe el riesgo de deshidratación, e incluso, en los casos más graves, de insuficiencia cardíaca.
- Psoriasis invertida: ausencia de placas blancas, que son sustituidas por placas rojas, a menudo dolorosas, ya que están situadas en los pliegues y por tanto, expuestas a los roces.
- Artritis psoriática o reumatismo psoriático: en el 7 % de los casos, los brotes vienen acompañados de dolores articulares.
- Psoriasis de la uña: asociada o no a otra forma, puede deformar las uñas o conferirles un color anaranjado.
¿Cuáles son los factores que contribuyen al desarrollo de la psoriasis?
Algunos factores aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad: el sobrepeso, la diabetes, el síndrome metabólico y, por supuesto, los antecedentes familiares. El inicio de las convulsiones no siempre es fácil de explicar, pero puede ser el resultado de una lesión o picadura de insecto, de un consumo excesivo de alcohol o tabaco, de unas quemaduras solares o, por el contrario, de una exposición al frío, o a un período de estrés. El diagnóstico se realiza mediante un examen clínico, y se puede complementar con una biopsia de piel. Existen dos puntuaciones utilizadas para determinar la gravedad de la psoriasis en un paciente. La puntuación PASI (Psoriasis Area and Severity Index), y el DLQI (Dermatology Life Quality Index). En cualquier caso, si las placas afectan a más del 10% de la superficie de la piel, se habla de una forma grave.
Aprender a reconocer los elementos desencadenantes
Los brotes de psoriasis se manifiestan en diferentes situaciones de una persona a otra, dependiendo de la sensibilidad de cada uno. Escucharse a sí mismo y aprender a identificar posibles acciones o eventos desencadenantes (alimentos, medicamentos, fatiga, infecciones, estrés...), para evitarlos en la medida de lo posible, puede contribuir en gran medida a reducir la frecuencia de los brotes.
¿Cómo tratar la psoriasis?
No se sabe curar definitivamente la psoriasis. Sin embargo, hay soluciones que pueden atenuar los síntomas o reducir la frecuencia de las crisis. Los tratamientos médicos incluyen cremas y ungüentos (o incluso champús) con corticosteroides que combaten el estado inflamatorio de la piel. Pero es mejor limitar la duración de su uso, ya que pueden tener efectos secundarios y su eficacia puede disminuir con el tiempo. En casos más severos, hay medicamentos orales disponibles. A veces se pueden utilizar sesiones de fototerapia UV y, en los casos más graves, inyecciones inmunosupresoras.
Cuidados naturales orgánicos para reducir los síntomas
Existen remedios naturales realmente eficaces para ayuda a vivir mejor con la psoriasis. Por ejemplo:
- Exposiciones cortas a la luz solar (sin olvidarse de protegerse con crema solar);
- Baños de al menos quince minutos en agua bañada en aceites de tratamiento, cremas hidratantes y emolientes (con sales minerales, de urea y plantas como el aloe vera...);
- Enriquecimiento de la alimentación con omega-3 (pescado graso o suplementos dietéticos);
- Pérdida de peso;
- Abandono del tabaco;
- Todo lo que pueda reducir el estrés: meditación, relajación, sofrología, hipnoterapia...
La psoriasis no es una enfermedad vergonzosa. Por supuesto, es doloroso tener que enfrentarse a las miradas inquisidoras de la gente, pero es importante explicarle a los demás lo que le está pasando y evitar la tentación de encerrarse en sí mismo. El seguimiento psicológico puede ayudarle a mantener la confianza en sí mismo durante las recaídas, pero también a aprender a manejar mejor el estrés y el nerviosismo que llevan a la aparición de las placas.
Psoriasis, tres puntos clave a tener en cuenta:
- En la mayoría de los casos, la psoriasis no es una enfermedad grave o contagiosa. Ella no debe ser causa de ruptura del vínculo social;
- Muy importante: esta es una excelente razón para dejar de fumar, ya que, según estudios científicos, el efecto del tabaco agrava los síntomas;
- En un primer momento, es preferible favorecer los tratamientos naturales para evitar los efectos secundarios de los fármacos y una disminución de su eficacia con el tiempo.
